El dióxido de carbono o CO2 es un gas, muy abundante en la naturaleza, además de ser el gas que expulsemos al respirar. Además, es mundialmente famoso por ser el principal gas de efecto invernadero generado por el ser humano y, en consecuencia con una relación muy importante con el cambio climático.
Este grandísimo impacto medioambiental hace que el impacto sobre nuestra calidad de vida, prácticamente desaparezca en el total de información disponible.
Afortunadamente el CO2 no es un gas tóxico ni peligroso para la salud en general, pese a ello mantenerlo en unos niveles adecuados es sencillo y mejorará, sin duda, nuestra calidad de vida.
Cuando estamos en una habitación cerrada, el principal contaminante ambiental es el CO2 que exhalamos. Cuando la concentración de dióxido aumenta desplaza el oxígeno y enrarece el ambiente y dificulta la respiración, haciéndola más fatigosa. Evidentemente, en caso de que la concentración se dispare a valores muy elevados, podríamos enfrentarnos a un riesgo de asfixia.
La concentración natural de dióxido de carbono en el aire varía entre 300ppm y 550ppm, según estemos en entornos rurales o en ciudades. En ambientes cerrados la concentración necesariamente sube y el Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE) determina unas concentraciones entre 400ppm y 1.000ppm, como los límites aceptables para el entorno humano.
En el uso práctico, cuando excedemos las 800ppm se empieza a percibir el ambiente enrarecido y olores.
El peligro llega cuando superamos concentraciones de 30.000ppm haciendo que el oxígeno en aire descienda por debajo del 20%. Como vemos estos valores están tremendamente alejados del umbral en el que empieza a detectarse el CO2.
Si queremos que nuestro hogar tenga un ambiente saludable, debemos procurar que la concentración de dióxido de carbono se mantenga en unos niveles adecuados.
Mhia puede medir el nivel de CO2 en la habitación en concreto y avisarte de si los niveles son adecuados o no y si son los normales en tu vivienda o si se salen de lo habitual.
Cuando eso ocurra, Mhia te avisará para que ventiles la habituación y hagas que todo vuelva a su estado adecuado.
Para ello debes instalarte la aplicación Mhia. Además necesitarás un sensor de CO2. En el caso de Mhia puedes utilizar el que está integrado con la estación meteorológica Netatmo y los módulos auxiliares de dicha estación.
Puedes consultar más detalles en nuestra página de dispositivos compatibles.
Disponible con el plan ESTÁNDAR o superior.
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