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Intrusión

puerta abierta

Intrusión Sensor

Uno de los mayores temores a día de hoy es el de que alguien entre en nuestra casa mientras no estamos en ella. Independientemente de si estamos viviendo un momento de exageración alrededor de las “okupaciones” o de si realmente se trata de un problema creciente, no hay duda de que la protección de nuestra vivienda es una prioridad, ya que es donde nos sentimos sanos y salvos.

Bajo “okupación” se enmarcan dos delitos diferentes, de diferente gravedad y diferente tratamiento penal. Por un lado está el delito de allanamiento, que es el que mayor temor produce. El allanamiento ocurre cuando la intrusión se produce en una vivienda en la que vivimos, ya sea primera o segunda residencia. Este delito tiene una consideración de mayor gravedad y suele ser resuelto en muy poco tiempo. Por otro lado, está la usurpación, que es la apropiación de una vivienda completamente desocupada y sin uso. Este segundo delito es de carácter menor y la resolución del mismo suele llevar más tiempo.

mujer utilizando móvil

Cuando nos enfrentamos a un allanamiento, la intrusión en nuestro hogar produce una terrible sensación de indefensión y un gran impacto emocional, además del económico y puede hacer que nos veamos envueltos en complicados procesos y procedimientos judiciales para conseguir recuperar nuestro hogar.

Una de las formas más efectivas para evitar una okupación es disponer de un sensor de intrusión en nuestro domicilio, ya que si se puede detectar en el momento de la entrada, una simple denuncia ante la policía, les permite actuar de inmediato y desalojar la casa en el momento.

Hay múltiples formas de implementar un sistema anti intrusión, y cada una de ellas será más o menos adecuada según nuestras características.

Una forma de implementar un sensor anti – intrusión es la de combinar un sensor de puerta / ventana con una segunda forma de determinar si estamos o no en casa, por ejemplo el hecho de activar la alarma, le indica al sistema que estamos fuera. En caso de que se abra la puerta o una ventana cuando no estamos en casa, recibiremos una alarma.

Nos podemos encontrar con diferentes tecnologías para los sensores de puerta abierta. Los sensores magnéticos son los que se usan con mayor frecuencia. Existen otros sensores, como los basados en acelerómetros que detectan el movimiento de la puerta o ventana.

Otra forma de determinar una intrusión es mediante el uso de un sensor de presencia, que discrimina si somos nosotros o no según hayamos o no armado la alarma. La tecnología predominante para los sensores de presencia son los sensores PIR, que son sensores que detectan la radiación infrarroja de los cuerpos que se mueven en la vivienda.

Otra forma, tal vez la más intrusiva de todas, es mediante el uso de cámaras de vigilancia, que suelen incorporar un mecanismo de activación basado en la tecnología PIR. El funcionamiento habitual es que una vez activada la función de vigilancia, si el sensor PIR detecta movimiento, la cámara grabe imágenes de la estancia.

¿Cómo te puede ayudar Mhia?

Mhia, integra entre sus funciones de cuidado del hogar, la función de alarma de intrusión, con un gran elemento diferenciador, y es que gracias a Mhia no necesitamos armar y desarmar los sensores de intrusión o los sistemas de alarma. Mhia detecta cuando estamos en casa y lanza las alarmas correspondientes sin necesidad de que nosotros hagamos nada.

Para poder utilizar Mhia, necesitamos cualquiera de los sensores de intrusión compatibles. En nuestro listado de dispositivos compatibles podrás encontrar los diferentes sensores de puerta, sensores de presencia o cámaras de vigilancia compatibles con Mhia, y las podrás integrar fácilmente en el sistema.

Disponible con el plan ESTÁNDAR o superior.

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